Pasado un largo mes.
Santos mira a Bárbara esperando que rectifique, ella también lo mira, el notario los espera, ninguno reacciona. El corazón de Bárbara le dice que no firme pero su mente es muy atascada y ella se muestra muy ruda. Santos se ve obligado a hacer lo que Bárbara decida, no puede hacer nada ya que lo único que provocaría serían problemas. Bárbara coge el bolígrafo y lo vuelve a mirar.
-Notario: ¿Proceden?
-Santos: primero que lo haga la señora de Luzardo, perdón la señorita Guaymaran.
-Bárbara: hagalo usted señor Luzardo- dice desafiante.
-Santos: las señoritas delante- dice mirandola con un intenso dolor.
Bárbara coge el boligrafo y firma, a continuación lo hace Santos muriendose de dolor.
-Notario: pues ya esta todo dicho, usted podría visitar a sus hijas cuando usted quiera aunque permaneceran con la señorita Guaymaran- los dos al escuchar la señorita Guaymaran se sienten mal.
-Bárbara: ¿Podría quedarme un momento hablando con usted sin la presencia del Doctor Santos?- dice con los ojos llorosos.
Santos abandona la habitación se siente profundamente dolido.
-Bárbara: ¿Puedes entregarme los papeles que firmo Santos y los mio?- dice decidida.
Santos abraza a Barbarita que va corriendo hacia él cada día esta más grande y hermosa.
-Barbarita: papi, papi,tu triste
-Santos: no mi amor- dice dandole un tierno beso.
Santos se cruza con una mirada muy seria de Marisela.
-Marisela: ¿Al final firmaron?- dice preocupada.
-Santos: desdichadamente si- dice destruido.
-Marisela: nunca debiste cometer ese gran error.
-Santos: ahí te doy la razón, voy a ver a las gemelas- dice con la mirada muy triste.
Bárbara observa los papeles y mira la firma de Santos, los destroza poco a poco, dejandolos echos añicos ante un notario asombrado.
-Notario: ¿Porque hace eso?- dice confundido.
-Bárbara: porque se me pega la gana seguir siendo la señora de Luzardo y de lo que hice ni una palabra a nadie- dice marchandose.
Bárbara coge el caballo y sale velozmente, no ha podido divorciarse, lo miraba fijamente y se le partia el ama, no sabe el porque pero lo siente sincero, corre lo más rápido que puede. Pero se empieza a encontrar mal y tiene que bajarse del caballo, siente unas fuertes naúseas, Santos viene de vuelta y justo ve a Bárbara trae mala cara. Se acerca a ella y la acaricia el rostro.
-Santos: ¿Estas bien?
-Bárbara: si, perfectamente- dice un poco mareada.
Santos la toma y la monta en su caballo. Esta pida que la suelte pero no le hace caso.
-Santos: estate quieta que si no el caballo se va a poner nervioso.
-Bárbara: yo venía sola y me voy sola.
-Santos: de verdad pareces una niña señorita Guaymaran.
-Bárbara: quizás lo sea, ilustre doctor Luzardo- dice sonriendo.
Todos se sorprenden al ver llegar a Santos y a Bárbara en el mismo caballo, este se baja el primero, ella se encuentra un poco mareada, la ayuda a bajar y la coge de la cintura, la mira fijamente, no sabe como ha podido perderla, ella sale corriendo al baño otra vez vuelven esas malditas nauseas, Marisela y Rosaura van detras de ella, Manuel lo mira.
-Manuel: ¿Cómo que te dejo?- dice sonriendo.
-Santos: justo cuando me regresaba, me la cruce y esta parada y muy pálida.
-Manuel: ¿La sigues amando?
-Santos: con toda mi alma, por esa mujer daría toda mi vida.
-Manuel: que mal hermano, yo se que ella también te ama a ti pero es muy orgullosa- dice tratando de darle animos.
-Santos: ese orgulloso creo que nos va a matar a los dos, bueno yo ya me voy, cuidamela mucho y por favor informame de todo respecto a Bárbara y a mis niñas- dice muy triste.
Cuando llega a su hacienda se encuentra a Valentina sonriendo.
-Valentina: ¿Ya te divorciastes de la bruja?- dice sonriendo maliciosamente.
-Santos: aquí la única bruja eres tú- dice sin mirarla.
-Valentina: ¿Ya no te gusto?
-Santos: nunca me gustaste, yo siempre he amado a Bárbara.
Valentina le pega una cacheta y lo mira desafiante.
-Valentina: si no eres para mi, no vas a ser para nadie, que te quede muy claro, antes prefiero verte muerto que con esa mujer- dice con mucho odio en su mirada.
-Santos: dejate de amenazas.
-Valentina: ¿No me crees capaz de matarte?- dice muy seria.
-Santos: vete de aquí.
Bárbara esta reacostada con una infusión, Marisela y Rosaura la cuidan, Rosaura tiene que hablar hoy.
-Rosaura: me tengo que ir, hija- dice mirandola con mucho dolor.
-Bárbara: mamá yo te necesito- dice con mucha tristeza.
-Rosaura: yo no quiero... pero... no quiero que sufras mi condena- dice acariciando su pelo.
-Bárbara: ¿Porque dices eso?- dice tristemente.
-Rosaura: porque yo tengo un tumor, que me va a comer poco a poco.
Bárbara y Marisela se asustan y sufren por la enfermedad de Rosaura.
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