Capítulo 26: Vigilancia.

En balazo lastima una de las piernas de Bárbara pasando muy cerca por las de la niña, Salvador va a auxiliarla, los hombres y Mariana salen corriendo, Salvador coge a la niña que no deja de llorar y le dice a Bárbara que se apoye en el para caminar. 
Al cabo de un tiempo llegan, corre la alarma en Altamira al ver a Bárbara herida, Cecilia se queda con las niñas. 
-Bárbara: estoy bien, la bala no me di en ningún sitio importante- dice trarando de tranquilizarlos. 
-Salvador: Bárbara tenemos que sacarla, tenemos que llamar al doctor- dice alejandose pero Bárbara lo retiene. 
-Bárbara: no es necesario, Salvador yo se que tu puedes sacarmela y yo puedo aguantar el dolor perfectamente- dice nervios. 
Salvador va a por un cuchillo, agua ardiendo y toallas, Santos esta muy nervioso. 
-Santos: mi amor, ¿Quién te hizo esto?- dice quitandole la sudor. 
-Bárbara: la hija de puta de Mariana, ella tenía a nuestra hija, la iba a matar- dice llena de ira. 
-Santos: Bárbara... 
Acaba de llegar Salvador, Bárbara soporta muy bien el dolor y se queda durmiendo. Santos va a por las niñas, para que duerman. 
-Cecilia: ¿Cómo está Bárbara? 
-Santos: bien, tía, pero yo no me pienso separar de ella no quiero que le hagas daño- dice cogiendo a las pequeñas, Cecilia coge a Barbarita que se quedo dormida tras la infusión que le dieron para tranquilizarla. 
-Cecilia: bueno yo ya me voy, mañana volveré, voy a ver a Marisela que esta sola con Casilda- dice alejandose. 
Santos acuesta a las niñas y se mete a la cama con Bárbara la abraza, ella se despierta, necesita sentir su calor y lo besa con mucha pasión. 

-Santos: no te vuelvas a ir sola a ninguna lado, me muero si te pasa algo- dice abrazandola, siento el calor de sus cuerpos. 
-Bárbara: Santos tengo que matarla, mira lo que le hizo a Marisela, esa mujer esta loca, es la hija de Melendez- dice dejando asombrado a Santos. 
-Santos: no Bárbara esa no es la solución, no quiero que te ensucies las mano otra vez- dice enfadandose. 
-Bárbara: claro y que ella este feliz habiendo destrozado la vida de mi hija y yo pensando de que quiere hacerle daño a todas mis hijas- dice levantandose de la cama enfadada. 
Santos se levanta y va tras ella. 
-Bárbara: no Santos, no pienso dejar esto a si, porque yo defiendo con mi vida todo lo mio- dice enfadada. 
Santos la mira, acaricia su mano. 
-Bárbara: ahora no me vengas buscando- dice desabrochandole los botones de la camisa. 
-Santos: entonces, ¿Porque me quitas la camisa?- dice acercandose a sus labios peligrosamente. 
-Bárbara: me apetecía contemplarte- dice quitandose su camisa y mirando a Santos. 
-Santos: sabes no me puedo resistir a ti Bárbara- dice besandola cayendo los dos a la cama, dejandose llevar por la pasión y el amor que tienen. 
A la mañana siguiente, Bárbara le dice a Casilda que este muy pendiente de las niñas que volverá en poco tiempo, lo primero que hace es ir al pueblo a contratar a peones que vigilen la casa día y noche, consigue diez personas a las que piensa pagar muy bien para que nadie se cuele en la casa. Cuando llega Santos la mira asombrado. Mariana lo observa todo escondida, la cosa se le complica. 
-Santos: ¿Todos estos hombres...? 
-Bárbara: van a vigilar nuestras haciendas- dice con decisión. 
-Santos: ¿Y "El miedo"? 
-Bárbara: Marisela se viene hoy mismo conmigo, voy a por ella- Santos la coge del brazo. 
-Santos: no quiero que te vayas sola a ningun sitio. 
-Bárbara: no me va a pasar nada, cuida a las niñas, volveré con Marisela y traeré la camioneta- dice cogiendo el caballo pero antes coloca a los peones para que trabajen. 

Cuando llega se encuentra con una grata sorpresa, Marisela y Manuel cogidos de las manos y ella no está alterada, Bárbara tiene que interrumpir. 
-Bárbara: Manuel de aquí en adelante todos nos vamos a quedar en "Altamira" a si que llevate tus cosas allí. 
-Marisela: ¿Cómo estas, porque no vinistes o me avisaron de lo que te sucedio? 
-Bárbara no quería que te preocuparas más- dice acariciandola. 
-Marisela: me asuste mucho cuando me lo conto Manuel, que horrible, ganas pense que Mariana era tan mala- dice inocentemente, 
-Bárbara: yo tampoco sabía que estaba tan desquiciada, Marisela coge lo que tengas aquí porque tu también te vienes a Altamira con todos. 
-Marisela: mamá, ¿Qué vas a hacer?- dice inquieta. 
-Bárbara: puse mucha vigilancia allí para poder tener un poco de seguridad, vamos Marisela. 
Bárbara y Marisela llegan a Altamira, Marisela se asombra de que allá tanta gente, 11 personas vigilando y en la casa Casilda, Bárbara le dice que coga su cuarto de antes. Bárbara va a su habitación donde se encuentra con Santos y alimenta a las pequeñas, abraza a Bárbara y unas lagrimas caen inevitablemente de su rostro. 
-Barbarita: mamá, mami- dice la pequeña ajena a todo lo ocurrido. 
-Bárbara: cuanto te quiero mi niña- dice abrazandola.  
Empieza a anochecer, Mariana busca cualquier oportunidad para adentrarse cuando los peones no esten tan pendientes pero también tienen que estar solas las pequeñas, ahora más que nunca quieres llevar su plan a a cabo. Bárbara y Santos se abrazan y se quedan dormidos.