Capítulo 31: Dulce sueño.

El llanto de una de las niñas hace despertar a Bárbara, que asimila la realidad de ese bonito sueño, separa lo que es la realidad de la fantasía, Bárbara coge a la pequeña tratando de no hacer ruido para no molestar a Santos, la mira fijamente, ahora le pasa lo que ha Santos quiere un niño. Comienza a amanecer, un agente de la policía le entrega una citación a Bárbara, ella lo mira extrañada es para el medio día. 
Valentina y Rosaura estan muy exahustas de tanto viaje. 
Valentina es muy bonita, tiene rasgos muy marcados, tiene un cuerpo muy sensual, bastante alta pero con la mirada llena de odio. Rasaura tiene más de sesenta años y hasta a punto de lograr lo que tanto anhela encontrar a la hija que le arrebaron para derspués darla por muerta. 
-Valentina: este es el último intento- dice con decisión. 
-Rosaura: mi corazón me dice que encontraremos a tu hermana- dice con la esperanza de lograrlo. 
Valentina sonrie sin ganas y sigue hacia delante.

Bárbara le muestra la citación a Santos que la examina con mucha curiosidad. 
-Santos: no creo que sea nada malo- dice extrañado devolviendole el papel. 
-Bárbara: no lo creo, o eso espero, bueno yo me voy yendo ya- dice saliendo. 
-Santos: señora de Luzardo- dice sonriente. 
-Bárbara: cuida a las niñas Santos. 
-Santos: ¿No te se olvida algo? 
Bárbara se acerca a él y lo besa con mucha pasión se va riendose. Coge su caballo y sale corriendo a toda velocidad sintiendose liberada. Valentina y Rosaura se encuentran frente a Altamira, primero fueron a preguntar al Miedo pero nadie las atendió, Santos sale a recibirlas, Valentina queda prendada de Santos lo mira muy sensualmente sacando al exterior todos sus encantos de mujer, Santos también la mira es hermosa pero no tanto como Bárbara. 

Bárbara espera a que la atiendan, cuando de pronto entra un notario con muchos papeles en las manos. 
-Bárbara: ¿A qué se debe la citación? 
-Notario: porque voy a proceder a leer el testamente del difunto Salvador y usted es la única que aprece nombrada. 
Bárbara se queda alucinada. 
Mientras Santos también se queda mirandola, ella le lanza miraditas de complicidad, le gusta mucho Santos, le coge de la mano y siente como le tiembla toda la mano por el simple echo de rozarlo, Rosaura los mira aturdida. 
-Santos: ¿Y cómo se llama ?- dice mirando a Valentina. 
-Valentina: yo soy Valentina y ella es mi mamá Rosaura. 
-Rosaura: ¿Usted conoce a Bárbara Guaymaran?- dice tratando de normalizar la situación. 
-Santos: claro que la conozco, es mi esposa. 
Valentina se queda helada al escucharlo, maldita sea para un hombre en el que se dija resulta que tiene esposa. 
-Rosaura: ¿Podías decirme donde vive o algo?es que la ando buscando. 
Bárbara analiza la situación, el Notario la mira y comienza a leer el testamente, nombra bastantes propiedades y una gran suma de dinero que ahora le va a pertencer a Bárbara.  

-Notario: pues todo lo que le he nombrado le pertece señora. 
Al cabo de un rato, Santos las ha metido a dentro de la casa están esperando a Bárbara cuando por fin llega, Valentina la mira atentamente es preciosa, más de lo que se imaginaba. Rosaura se emociona al verla, no tiene dudas es su hija. 
-Santos: mi amor, ella son Rosaura y Valentina. 
-Bárbara: ustedes me suenan de algo. 
-Rosaura: Bárbara mi Bárbara eres tú- dice entre lagrimas abrazandola, Bárbara se queda extrañada pero también la abraza esa mujer le inspira muy buenos sentimientos.Santos va a por las niñas. 
-Rosaura: tengo tantas cosas que hablar contigo, por fin te encontre. 
Santos llega con las pequeñas y se las entrega a Bárbara. 
-Santos: mi amor, las niñas te reclaman- dice sonriendo. 
Valentina recibe otra mala noticia, encima tienen hijos, un lazo más de unión. 
-Rosaura: Bárbara yo soy tu madre. 
Bárbara se queda helada.