martes, 6 de noviembre de 2012

Capítulo 8: Desastre.

Bárbara y Santos compran el primer vuelo que sale para la capital, pero tienen que esperar hasta la mañana siguiente, deciden quedarse en un hotel de un pueblo cercano, acaban de llegar a la habitación, Bárbara se acuesta sobre la cama su mente no termina de aceptar todos los echos ocurridos, Santos se acerca hasta ella. 
-Santos: ¿Qué te pasa?- le dice mirandola calidamente. 
-Bárbara: Santos no quiero destrozar mi vida...- le dice sin mirarlo. 
Santos le hace mirar hacia él. 
-Santos: te juro que te voy a pagar con todo el daño que te hice haciendote cada día feliz- le dice sonriendo con unos ojos muy brillantes. 
-Santos: Bárbara mírame te amo como nunca lo he echo, porque sin ti no soy nada- le dice besandola. 
Este beso pasa a caricias y después de tanto tiempo ambos se entregan en el uno al otro en cuerpo y alma, Santos besa cada centímetro de la piel de Bárbara, con ella enloquece de pasión y de amor, experimenta cosas que con ninguna mujer había sentido. 
Bárbara se siente mujer  se entrega con cada beso, con cada caricia, ambos son fuego y pasión que se van propagando en sus cuerpos, una llama que nunca se apaga que pervive intensamente.  
-Santos: te amo tanto Bárbara- le dice besando el cuello de ella estremeciendola de placer. 
-Bárbara: mi Santos- le dice besandolo pasionalmente. 
Ambos se extrañaban anhelaban sentir esa unión, amarse desbocadamente como lo hacen ahora, con amor y entrega. 
Marisela y Manuel se han dejado llevar por el amor que sus corazones inexpertos sienten en estos momentos, Manuel la admira a ella. 
-Marisela: Manuel...- le dice suavemente. 
-Manuel: Marisela no quiero que vuelvas con tu marido- le dice poniendola sobre la espada y la pared. 
-Marisela: pero Manuel yo... 
-Manuel: Marisela quiero hacer las cosas bien, o estas conmigo o estas con él- le dice mirandola fijamente. 
-Marisela: pero... Manuel...- se queda sin palabras, no puede dejar a Santos no se ve capaz. 
-Manuel: tu respuesta me lo dice todo, tu no arriesgas por mi, no me vuelvas a buscar Marisela- le dice mirandola duramente y saliendo de la habitación con la ropa en la mano. 
Marisela comienza a llorar, no sabe porque no se ve capaz de dejar a Santos, quizas sea miedo o indecisión porque no se ve dispuesta a enfrentar sus sentimientos queriendo refugiarse en un hombre mayor que ella. 
A la mañana siguiente, Santos y Bárbara despiertan muy temprano para coger el avión, parece que hay problemas para despegar, debido al temporal, pero al final lo hacen. 
-Santos: sabes tengo todo para ser feliz, solo por el echo de que tu estes aquí- le dice besandola. 
Salvador no duerme en toda la noche, su mente recuerda una y otra vez lo sucedido en la Iglesia, no quiere llorar pero lo hace. 
-Salvador: porque a mi, porque toda a sido infelicidad, ¿Porque?  
Hoy parece un día de esos negros, hay tormentas, todo empieza a ir mal, todos estan asustados en el avión, tienen miedo por sus vidas, Santos coge fuertemente la mano de Bárbara, hay muchas interferencias. 
-Santos: quiero que sepas que te amo- le dice besandola fuertemente. 
-Bárbara: Santos, te amo, te amo. 
Se cogen fuertemente de las manos y un fuerte estallido, el avión se estrella y comienza a arder.  Al poco tiempo llegan unas ambulancias hay muchos muertos, los sacan a todos y buscan los supervivientes. Santos sufre una parada, lo intentan reanimar, Bárbara se encuentra desmayada y con quemaduras, los pocos sobrevivientes son llevados al hospital apenas son 5 o 6, tratan de reanimar a Santos pero...


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