Bárbara se queda inmóvil, Santos la mira fijamente, un mar de recuerdos inundan al ver a la pequeña, Santos y Bárbara se quedan mirandose fijamente un tiempo.
-Bárbara: Santos...tu- dice con mucho nerviosismo.
-Santos: mi amor, Bárbara, lo recuerdo, te recuerdo- dice sonriendo y mirando a la pequeña que yace en sus brazos.
-Bárbara: ¿Cuándo me recordastes?- dice aun más nerviosa.
-Santos: ahora mismo, al tener a esta niña entre los brazos- dice observandola.
-Bárbara: respecto a eso..Santos- dice mirandolo fijamente.
-Santos: ¿Es mi hija, verdad?, cuando la mire la sentí como mía- dice acariciando a la pequeña y dandole un beso sobre la frente.
-Bárbara: si, Santos, esta pequeña es nuestra hija- le dice sonriente.
Santos se acerca hasta Bárbara y la besa fuertemente, con una inmensa alegria que hacía muchos meses que no sentía, sentir la vida como suya y ahora tiene una hija, una pequeña niña.
Bárbara y Santos se sienten con el beso plagado de amor y de emociones.
-Santos: soy el hombre más feliz del mundo, esta pequeña es mi hija- dice observandola loco de felicidad.
-Bárbara: si, Santos es nuestra hija, sabes creo que es casi un milagro que con el accidente yo estuviera embarazada- dice con la mirada iluminada, cargando a la niña.
-Santos: Bárbara me has echo el hombre más feliz de este mundo, me quiero perder contigo y nuestra hija- dice emocionado.
-Bárbara: por cierto se llama Bárbara como yo- dice sonriendo.
-Santos: como su fuerte y gran madre, como esa fiera que defiende a los suyos- dice orgulloso.
-Bárbara: Santos creo que hay muchos temas que tenemos que hablar- dice mirando a la niña.
-Santos: tienes razón, ¿Porque no vamos a algún sitio?- dice con una gran sonrisa.
-Bárbara: podemos ir al hotel donde me estoy quedando- dice caminando con la niña en brazos y con un Santos loco de felicidad por detras.
Santos y Bárbara salen de allí, mientras Marisela no hace otra cosa nada más que llorar, su cobardía es el mayor problema, Manuel se acerca a ella.
-Manuel: si me amarás tanto no dudarías- dice duramente.
-Marisela: se que te amo.. pero...yo ame mucho a Santos y me costo mucho estar con él- dice con lagrimas en los ojos.
-Manuel: eres una egoísta, sabes a partir de hoy tu y yo no tenemos nada, solo Lorenzo en común- dice sin mirarla.
-Marisela: necesito tiempo, tengo que aclararme- dice volviendo a llorar otra vez con aún más intensidad al verlo salir del cuarto.
Cuando sale comienza a tirar todo lo que hay sobre la cama, con lloros desesperados, nunca se imagino esta complicación.
Cecilia llega al hospital pero cuando no se encuentra se imagina lo peor, comieza a buscarlo en todos lados, Santos y Bárbara llegan al hotel, dejan a la niña sobre la cama.
-Santos: es tan hermosa como tú- dice admirando la belleza de Bárbara.
-Bárbara: es una preciosidad, fijate en su carita tiene muchas cosas iguales a los tuyas- dice sonriendo.
-Santos: un hijo tuyo y mio Bárbara- dice sonriente.
-Bárbara: ¿Ya estas bien completamente?- dice tocandolo suavemente.
-Santos: no- dice con certeza.
-Bárbara: ¿que te pasa?- dice extrañada.
-Santos: que mi corazón necesita tenerte cerca, porque si tu no estas conmigo no soy feliz- dice sonriendo.
-Bárbara: no sabes todo lo que he sufrido...
-Santos: y yo pensaba que estaba condenado a no vivir una vida como mía- dice acariciandola.
-Bárbara: te he extrañado tanto- dice mirandolo tiernamente.
-Santos: no se que sería mi vida sin ti- dice besandola y dejandose llevar, pero alguien empieza a traquear muy fuertemente la puerta.
Bárbara va a abrir se encuentra con la mirada de Cecilia cabreadisima.
-Cecilia: ¿Esta Santos contigo?- dice buscandolo con la mirada.
-Bárbara: si- dice pasando a la habitación.
Cecilia se queda mirando detenidamente a la niña.
-Santos: tía es mi hija- dice con orgullo.
-Cecilia: ¿Cómo?- dice quedandose perpleja.
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