Pasadas dos semanas.
Marisela ha intentado refugiarse en su marido para olvidar el beso de Manuel, pero no lo consigue, su corazón le dice que este con Manuel, que se deje llevar. Santos esta cada día más amargado, no es feliz, cada día que pasa se da más cuenta de que todo el sentido de su vida es Bárbara. Tiene que echarle valor e ir a por ella.
Manuel ya no soporta no estar con Marisela, a escondidas se mete a su cuarto.
-Marisela: ¿Qué estas haciendo aquí?- le dice tratando de alejarse levantándose de la cama.
-Manuel: no puedo dejar de pensarte- le dice mirandola fijamente.
-Marisela: puede llegar Santos...- le dice cogiendolo de la mano.
-Manuel: ¿Porque no vamos a la Poza?- le dice sonriendo.
Manuel sale del cuarto primero, seguido por Marisela que se cruza por la mirada de Santos.
-Santos: ¿Dónde vas Marisela?- le dice extrañado.
-Marisela: necesito despejarme- le dice tratando de disimular.
Santos no dice nada más y Marisela se marcha. Salvador observa a Bárbara, esta decidio, va a dar ese gran paso, ese que nunca pensó hacer con ninguna mujer. pedirle matrimonio, porque ahora ya esta convencido de lo que siente por Bárbara.
Marisela llega a la Poza, Manuel se acerca más a ella.
-Manuel: necesito saber que es lo que siento por ti- le dice mirandola fijamente.
-Marisela: yo necesito tenerte- le dice abalanzandose sobre él y besandolo pasionalmente, dejandose llevar por sus instintos, por todo lo que siento, por el deseo, el amor y la pasión.
-Marisela: aquí nos pueden ver..- le dice dejandolo de besar.
-Manuel: podemos ir a una cabaña retirada de aquí que fue de mis padres.
Marisela y Manuel salen juntos, Santos esta agobiado la angustia lo mata, el pensar día y noche en Marisela y Bárbara en que es lo que siente. Alguien lo asusta..
-Antonio: ¿Tanto miedo te di?- le dice riendose.
-Santos: no, es que ya estoy harto de todo- le dice con desesperación.
-Antonio: tranquílizate- le dice asombrado.
-Santos: no puedo, ponte en mi situación, no se que siento por la madre y por la hija, se que necesito ver a Bárbara pero también se que quiero a Marisela- le dice enfadado consigo mismo.
-Antonio: solo te digo una cosa, aclarate cuanto antes, haz lo que tengas que hacer, busca a Bárbara averigua si solo es pasión o si la amas, mira lo que pasa con Marisela no la alejes- le dice tratando de ayudarlo.
-Santos: ya se lo que voy a hacer, aunque me la tenga que coger a rastras, voy a hablar con Bárbara, mañana quiera o no quiera va a hablar conmigo- le dice decidido.
Bárbara da vueltas por toda la hacienda, entra a la casa, bastante cansada porque hace un bochorno increíble, Salvador la llama para que se acerque a su lado, este no deja de sonreir.
Salvador saca el anillo sin dejar de sonreir ni un solo momento.
-Salvador: ¿Quiéres casarte conmigo?
-Bárbara- se queda helada ante la proposición jamás se lo imagino, tarda en reaccionar.
Marisela y Manuel se entregan el uno al uno, dulces, tiernos y muy cálidos.
Marisela se entrega como la primera vez, vuelve a sentirse una mujer dulce y feliz refugiada entre sus besos y sus caricias, las manos de Manuel se deslizan sobre la suave piel de Marisela sin dejarla de mirar tiernamente ni un segundo.
-Manuel: eres todo lo que deseo- le dice besandola.
-Marisela: tu eres él que me ha dado otra vez lo que ya no tenía- dice sintiendo el fuego de sus cuerpos que cada vez aumenta más.
Salvador la mira nervioso porque espera una respuesta de Bárbara y lleva demasiado tiempo pensando...
-Bárbara: no te me quedes mirando con esa cara- dice decida a hacer lo que va a hacer.
-Salvador: Bárbara por dios, ¿Quiéres que me de un ataque?- dice nervioso.
-Bárbara: ¿Dudas?- le dice poniendolo más nervioso.
-Salvador: contigo en esta vida me esperan muchas sorpresas- le dice mirandola esperando una respuesta.
-Bárbara: escúchame bien porque no te lo voy a repetir nunca más. Te amo, porque tu eres el que me saco de la oscuridad el que me rescato y me salvo de la desolación y del vacio. Acepto casarme contigo- le dice besandolo pasionalmente aunque hay una parte de ella de inseguridad y siempre relacionada con Santos.
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