sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 6: Mi niña o mi mujer.

Marisela no ha regresado ya esta empezando a amanecer, Santos no esta muy preocupado que digamos. Ella contempla a Manuel, se siente tan plena, él le acaricia el pelo, ninguno quiere estropear la magia de ese momento pero saben que tienen que volver a la realidad... 
-Marisela: quiero que me perdones...- le dice levantandose de la cama. 
-Manuel: Marisela no podemos dejar esto a si como a si- le dice persogiendola. 
-Marisela: entiendeme porfavor no podemos, estoy casada- le dice tratando de alejarse más de él. 
-Manuel: Marisela no quiero juegos, no te voy a perseguir ni buscar- le dice alejandose de ella bruscamente y comenzando a vestirse. 
-Marisela: lo mejor será que olvidemos esto- le dice acercandose más a él y mirandolo fijamente. 
-Manuel: si a si lo quieres- le dice saliendo de ahí y dejandola apunto de llorar. 
Santos corre velozmente esta decidido a hablar con Bárbara, que pase lo que tenga que pasar, se encuentre con lo que se tenga que encontrar, quiere enfrentar sus sentimientos y averiguar que es lo que le pasa. 
Marisela llega hundida a Altamira se cruzo con una mirada de desprecio de Manuel, se siente cobarde como para dejar su matrimonio, sabe que lo quiere pero no como antes pero también quiere a Manuel, el le devolvió esa chispa y alegría, se tumba sobre la cama y unas lagrimas comienzan a inundar su rostro de rabia consigo misma porque sabe que puede perderlo todo. 
Bárbara sale a dar un paseo necesita plantearse todo lo ocurrido, cuando ve a un jinete con mucha velocidad que se detiene delante de ella. 
-Santos: Bárbara tenemos que hablar- le dice perdiendose en sus profundos ojos azules. 
-Bárbara: tu y yo no tenemos nada de que hablar- tratando de alejarse de él. 
Santos la coge aferrandola a él, ella se siente tan nerviosa cuando el la toca. 
-Santos: ¿Dónde esta la Bárbara que enfrentaba cualquier cosa?- le dice cogiendola más fuerte. 
-Bárbara: no tengo nada que enfrentar contigo- le dice tratando de quitarse de encima. 
-Santos: dime una cosa, ¿No sentistes nada cuando nos volvimos a ver?- le dice cogiendola más fuerte. 
-Bárbara: asco solamente.- se suelta de él pero la coge de la mano y caen los dos al suelo, Santos encima de Bárbara, sus bocas estan a pocos centímetros, Bárbara trata de quitarselo de encima. 
-Santos: ¿No quieres hablar por las buenas?- le dice apunto de besarla. 
-Bárbara: quitate de encima o...- le dice mirandolo fijamente. 
-Santos: nada va a impedir que te dija lo que pasa- le dice besandola al principio Bárbara se resiste pero después es ella la que lo hace con todavía más pasión, el calor de sus cuerpos que desean despejarse de la ropa, ninguno opone resistencia, se besan con sentimientos de amor, de verdadero amor. 
Bárbara consigue levantarse, pero el la vuelve a atrapar. 
-Bárbara: Santos esto es solo pasión- le dice tratando de ocultar todo lo que sintió con ese beso. 
-Santos: tu y yo sabemos que no, dime que no sentistes tanto amor como yo, que no te morias por ser mía- le dice cogiendola otra vez. 
-Bárbara: Santos... yo me voy a casar- le suelta dejandolo helado. 
-Santos: ¿Qué?- le dice mirandola profundamente. 
-Bárbara: yo amo a Salvador, lo nuestro se murió el día que tu me cambiastes- le dice tratando de no mirarlo. 
-Santos: yo no podía amarte y tu lo sabes, pero Bárbara no te puedes casar. No niegues que conmigo que eres feliz, que me amas como ahora se que te amo yo a ti- le dice besandola y cargandola. 
-Bárbara: no.. Santos.. no, pienso traicionar a Salvador- le dice apunto de dejarse llevar. 
-Santos: Bárbara.. 
-Bárbara: no Santos- le dice cogiendo el caballo y dejandolo solo. 
Corre hasta llegar a su hacienda, Santos tiene que buscar otra manera no puede permitir que se casa decide volver a Altamira, necesita que ella vaya allí se le ocurre una locura, pero tiene que hacer que ella caiga rendida a su amor, que se vuelvan a unir, porque ahora lo sabe ama a esa mujer, pero ahora le toca la parte más difícil. 
Marisela no puede conciliar el sueño cuando ve a Santos aparecer, su cara es demasiado seria. 
-Santos: tenemos que hablar- le dice tratando de aclarar y poner en su sitio sentimientos encontrados, pero al verla se ve incapaz de destrozarla de romper su corazón diciendole tremenda barbaridad. 
-Marisela: ¿Qué pasa?- le dice mirandolo asustado. 
-Santos: nada- le dice abrazandola con dolor por no poder hacer nada. 
-Marisela: Santos necesito volver a sentir contigo todo lo que sentía antes- le dice mirandolo fijamente. 
-Santos: yo necesito saber...- le dice quedandose a medias. 
-Marisela: Santos tenemos que revivir este amor por el que tanto luchemos, no podemos dejar que muera como si nada- le dice mirandolo tiernamente. 
-Santos: mi niña tienes razón, no podemos dejar esto a si, después de todo lo ocurrido- le dice mirandola fijamente no sabe porque cuando esta con ella la trata como a una niña a la que no puede lastimar y quiere amar. 
-Marisela: yo a pesar de todo te sigo amando.- le dice derramando lagrimas, todo lo que dice es verdad lo quiere pero también quiere a Manuel pero sabe que esa relación lo único que puede producir es daño. 
Marisela abraza a Santos como una niña que necesita esconder sus verdaderos sentimientos. 
-Marisela: Santos tenemos que seguir con nuestro matrimonio como antes- le dice buscando una reacción que no obtiene. 
-Santos: mi niña, lo conseguiremos- le dice por decir sin mostrar mucho interés- siente una gran dolor en si mismo, porque no quiere lastimarla pero se hace daño a si mismo. 
-Marisela: Santos quiero que lo dejemos todo atras- le dice besandolo lentamente, el trata de corresponderle. 
Santos siente una punzada en el corazón, porque lo que siente ahora es más profundo, la besa por no la ve a ella, ve los ojos azules de Bárbara, su cuerpo, en vez de ver a Marisela ve a Bárbara. 

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