sábado, 27 de octubre de 2012

Capítulo 1: Amores actuales.

Comienza a amanecer, Salvador sonríe al ver a su lado a Bárbara. Recuerda todo lo que le costo que ella le quisiera como él la ama. Fue casi un flechazo desde que la conoció le gustó. Bárbara también despierta sintiendo el calor de los brazos de Salvador. Lo quiere sin duda, tiene tanto que agradecerle. Salvador mira fijamente los ojos azules de Bárbara. 
-Salvador: buenos días- dice, con una sonrisa. 
-Bárbara: tenemos mucho que hacer hoy-levantandose de la cama. 
-Salvador: quédate aquí conmigo un ratito más-Salvador la coge atrayendola hacia él. 
-Bárbara: quedamos en que esta mañana juntariamos nuestro ganado para venderlo-mirandolo fijamente. 
-Salvador: eso puede esperar-tratando de darle lastima. 
-Bárbara: conmigo no es tan fácil-le dice ya vistiendose. 
Al poco tiempo ya esta vestida sale del cuarto antes que Salvador que sigue sus pasos. Una lujosa casa de campo, llega Lorena a la hacienda, cuando se cruza con la mirada de Bábara. 
-Lorena: buenos días-dice alegremente. 
-Bárbara: ¿Cómo sabías que estaba aquí?-dice confundida. 
-Lorena: porque primero fui a tu hacienda y pregunte. 
-Bárbara: ah bueno.. 
Marisela y Santos estan dando un vuelta a caballo, hasta que llegan a la Poza. 
-Marisela: ¿Y si nos bañamos?-dice mirandolo sensualmente. 
-Santos: lo que tu quieras-dice sin mucho interés. 
-Santos: no mejor no-dice fuertemente. 
-Marisela: ¿Porque cambiastes de opinión?-dice sorprendida. 
-Santos: porque este lugar no me gusta-dice montandose de nuevo al caballo. 
Ese lugar esta plagado de recuerdos con Bárbara y por ese simple motivo no podría acostarse con Marisela en su lugar con Bárbara. 
-Marisela: bueno... lo que tu quieras-dice conformandose y prefiriendo callar. Se sube al caballo ella también.  
Pasadas unas horas, Bárbara esta agotada, reunieron el ganado de las dos haciendas para venderlo, Lorena mira a Bárbara. 
-Bárbara: ¿Tengo algo raro en la cara?-dice riendose. 
-Lorena: no, nada, ¿Cómo van las cosas con Salvador?-dice curiosamente. 
-Bárbara: muy bien, la verdad es que cada vez mejor-dice recordando momentos junto a él y sonriendo inevitablemente. 
-Lorena: ¿No habeis pensado en casaros?-dice con curiosidad. 
-Bárbara: ¿Casarnos?-dice, quedandose pensativa, recordando un momento de su vida en el que se moría por casarse con el hombre que quería, Santos. 
-Lorena: ¿Te pasa algo?-dice extrañada. 
-Bárbara: no-dice pensativa. 
-Lorena: bueno yo ya me voy-dice levantandose de la silla rápidamente. 
-Bárbara: a lo mejor mañana voy a tu casa-dice sin demasiado ánimo. 
Marisela y Santos acaban de llegar a Altamira. 
-Marisela: ¿Te pasa algo?-dice duditativa. 
-Santos: no, nada mi amor-dice besandola tiernamente. 
-Salvador: hola, otra vez-dice suavemente. 
-Bárbara: hola...-dice mirandolo fijamente. 
-Salvador: vine a hacerte una proposión-dice mirandola cálidamente. 
-Bárbara: ¿Qué proposición?-dice acercandose más a él. 
-Salvador: pasar la noche aquí los dos juntitos-dice riendose ante su poca originalidad. 
-Bárbara: mira que eres simple pero me encanta-dice sonriendo y besandolo fugazmente. 
-Salvador: ¿Eres feliz conmigo?-dice mirandola fijamente. 
-Bárbara: no mucho..-dice sonriendo. 
A la mañana siguiente, llega Antonio a Altamira buscando a Santos. 
-Antonio: Santos, encontre un negocio que te puede interesar. 
-Santos: ¿Qué negocio?-contesta interesado. 
-Antonio: en el pueblo vecino estan vendiendo muy buenas reces a bajo precio. 
-Santos: sabes que no esta nada mal lo que me propones-dice con mucho interés. 
-Antonio: pues se que es en el pueblo vecino, podemos ir hoy mismo a preguntar. 
-Santos: si, voy a decirlo a Marisela. 
Pero Marisela llega hasta donde estan ellos. 
-Marisela: ¿Os vais?-dice con curiosidad. 
-Santos: si hay un negocio muy bueno que nos interesa. 
-Marisela: bueno, pues que os vaya bien-dice dandole un beso a Santos. 
Marisela decide dar un paseo para relajarse un poco, pero cuando llega a Altamira, algo le llama la atención. Un hombre muy guapo por lo visto esta preguntando por los dueños de la casa. Marisela lo observa con mucha curiosidad, experimentando un sensación distinta. Marisela se para frente a él, ambos sienten algo muy profundo al mirarse, ninguno dice nada. 
-Marisela: hola-dice rompiendo el silencio y sin dejar de mirarlo. 
-Antonio: buenos días, yo vine buscando trabajo señora-dice sin dejar de mirala a sus ojos cafes profundos. 
-Marisela: contratado-dice sin pensar dejandose llevar por lo que desea. 
-Manuel: ¿De verdad-dice sorprendido. 
-Marisela: si, necesitamos gente-dice tratando de poner una excusa. 
-Manuel: muchas gracias... 
-Marisela: me llamo Marisela-dice mirandolo encantadoramente. 
-Manuel: pues muchas gracias, yo soy Manuel. 
-Marisela: Santos, le dará instrucciones cuando venga-dice sin evitar mirarlo. 
Marisela sigue su camino, pero antes se da la vuelta para volver a mirar y sonríe. 


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